Del inglés Eye Movement Desensitization and Reprocesing, que en español se traduce como Desensibilización y Reprocesamiento por el Movimiento de los Ojos, el EMDR como abordaje psicoterapéutico está demostrando ser un método innovador que acelera el afrontamiento de distintos problemas de tipo fóbico y traumático. Esta terapia se basa en la facilitación de un proceso que el cerebro humano puede realizar por sí solo, pero que en diversas ocasiones y por distintos motivos puede verse bloqueado.
Generalmente, solos podemos reprocesar de forma adaptativa los acontecimientos que van ocurriendo a lo largo de nuestra vida. Es decir, somos capaces de asimilarlos, comprenderlos y seguir adelante sin que nos afecten más allá. Sin embargo, en derminadas ocasiones podemos no ser capaces de seguir este proceso de forma natural: ya sea porque los sucesos negativos ocurren en edades infantiles donde la mente no es capaz de asimilar que estén teniendo lugar; bien porque nos enfrentamos a un suceso de tal magnitud que, aunque estemos en edades adultas, nos sentimos superados por él; o incluso ante pequeños sucesos que, repetidos y mantenidos durante tiempo, pueden terminar por calar de forma negativa en nosotros.
Cuando se dan este tipo de circunstancias no procesamos correctamente la información, de tal modo que pueden haber pasado muchos años desde el suceso negativo, pero cuando pensamos en él todavía nos sigue afectando de igual modo que si estuviera ocurriendo en el presente. Por ejemplo:
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Cuando se habla de una persona que falleció hace años y la emoción sigue siendo la misma que si hubiese sido ayer, estamos ante un duelo mal superado, ya que el recuerdo doloroso ha permanecido en la memoria de forma nítida e intacta durante ese tiempo. |
Con la terapia EMDR lo que se logra es llegar a las emociones de esos sucesos negativos y se consigue que se procesen de forma adaptativa, de tal manera que no sigan haciéndonos daño en el presente y nos permitan continuar con nuestra vida sin lastres emocionales ni afectivos.
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